miércoles, 31 de julio de 2013

Cuando tú sonríes al mundo...

Cuando tú sonríes al mundo . . . al mundo no le queda más remedio que devolverte la sonrisa.


Esta mañana mi (flamante) amiga Elena se incorporaba al trabajo tras sus vacaciones anuales y nos mostraba (en foto) la mejor de sus sonrisas para afrontar el día.

Al hilo del acontecimiento, se han cruzado unos cuantos comentarios sobre las actitudes para afrontar las cosas, y de ahí ha salido la frase que da título a la entrada. Reflexionar al respecto y convertir estos pensamientos en una entrada del blog, era el camino natural . . .

Cada día ocurren cosas en nuestra vida, a nosotros mismos o a las personas de nuestro entorno, algunas son hermosas, otras no, algunas nos llenan de alegría, otras nos llenan de dolor, algunas son largamente esperadas y otras repentinas, algunas son fruto de nuestro trabajo, y otras ocurren simplemente porque sí, algunas se repiten en el tiempo y en el espacio y otras son únicas, algunas aún previsibles, no son evitables, porque dependen de las conductas de otros. 

Lo que está claro, es que no podemos decidir sobre lo que nos pasa, pero si sobre como nos lo tomamos. La capacidad de afrontar las cosas con una u otra disposición la tenemos todos, algunos eligen ser esclavos de sus circunstancias y verlo todo negro, otros elegimos amanecer cada día con energías renovadas y empezar la jornada vistiendo nuestra mejor sonrisa, que luego el día ya se encargará de ver que hace con ella, pero que por nosotr@s no quede . . . 

En los últimos tiempos, (no vamos a precisar más, no merece) tengo la inmensa fortuna de haber modificado radicalmente mi entorno (y mi conducta), cuento a mi alrededor con un nutrido grupo de personas positivas, que procuran empezar su día sonriendo y haciéndonos partícipes a los demás de sus sonrisas, contagiándonos su fuerza, sus ganas de afrontar cada nuevo día, poniendo su granito de arena para mejorar su pequeño mundo, al que algunos tenemos el privilegio de pertenecer. Una vez que entras a formar parte de esa dinámica, de forma natural te conviertes en una de esas personas, y amplias el radio de acción, contagiando a su vez, a los de tu propio entorno. No pretendemos arreglar el mundo en general, nos limitamos a intentar mejorar el cachito del mundo al que pertenecemos, y confiamos en que las ondas que se expanden desde nuestro epicentro hagan el resto . . .


Ya sé que no siempre es fácil, para nadie lo es, hay días difíciles, duros, largos, dolorosos, de esos que estás deseando que se acaben . . . pues bien, ése es el día perfecto de irte a la cama prontito y recuperar sueño atrasado, con tu libro, tu CD favorito, tu pareja, un vaso de leche caliente, o cualquier otra cosa que te ayude a terminar el día lo más sereno posible, y pensando que mañana el sol o tu canción favorita en el móvil te despertarán y el mundo estará otra vez ahí, esperando tu sonrisa, para devolvértela.





Como dice mi maravillosa percha:

Que tu sonrisa cambie el mundo, pero no dejes
 que el mundo, cambie tu sonrisa


Ya hablé hace casi un año de sonrisas en:

1 comentario:

  1. Gracias, muchas gracias por ser una de las personas en las que has pensado al escribir en tu blog, que por cierto me ha encantado.Hace algún tiempo que opté por darle la vuelta a la tortilla, es decir sacar la parte positiva de algo negativo.No es tarea fácil, pero si efectiva .Como bien dices se contagia, ojalá se convierta en una pandemia .Gracias Marian por formar parte de ese grupo de personas que me aportan positividad con su alegría, risas, comentarios, en definitiva por compartir ,que para mi es muy importante. Liliana Sg

    ResponderEliminar

Este blog se alimenta de un espíritu lúdico, amistoso y de buen rollo, si has aterrizado por aqui, por alguna razón y no son éstos los parámetros que nutren tu vida, dale a siguiente blog, por favor. Gracias,
Está optimizado para Chrome, por lo que puede dar algún problema en otros navegadores, especialmente en móviles (puedes ver la "versión web").