viernes, 28 de septiembre de 2012

¿Preguntas sin respuestas o respuestas sin preguntas?

"Si no estás preparado para las respuestas, no formules las preguntas"




Muchas veces en la vida, querríamos saber más, nos apetecería preguntar, nos gustaría que de la boca de alguien salieran ciertas palabras, y entonces, nos lanzamos a preguntar, con la vana esperanza de oír aquello que anhelamos; pero no siempre obtenemos la respuesta adecuada. Sólo por eso, deberíamos plantearnos antes de preguntar, si estamos dispuestos a escuchar cualquier respuesta, y si tenemos dudas, valorar si preferimos conocer una verdad incómoda o mantener una "cómoda" ignorancia.

Yo, hace mucho que lo practico.  

Primero, lo practiqué en tercera persona, y se convirtió en una de mis respuestas "estrella", durante interminables conversaciones en las que me sentía interrogada, porque no tengo por qué mentir, no  me gusta, y no lo hago (*). Así, a mis interlocutores les espetaba una frase tipo "¿de verdad quieres conocer la respuesta a esa pregunta?" "¿Estás preparado para escuchar lo que tenga que decir al respecto, sea lo que sea?".


Después lo he practicado en primera persona, cuando sentía una enorme curiosidad por conocer detalles de viajes, compañías, quehaceres u opiniones de otras personas, y me he preguntado a mi misma, antes de formular las preguntas en voz alta ¿estás preparada para que te contesten algo que no te apetece oír? Y la respuesta, suele ser "SI", pero a veces, ha sido "NO" y las incógnitas permanecen.

Mis interlocutores en estas cuestiones, se reconocerían perfectamente en éstas letras . . . si es que me leyeran, pero sinceramente, no creo que lo hagan, a fin de cuentas nunca han estado preparados para oír todas las respuestas, y ahora, además, probablemente ya no les interesen. Y yo,  nunca les he mentido, y no voy a empezar ahora.

(*) "No todo el mundo necesita saber todas las cosas", es el título de otra entrada del blog, que está en el horno.

La he publicado con el título "La verdad, toda la verdad y nada más que la verdad?" 14.12.2012

sábado, 22 de septiembre de 2012

¿Y yo? ¿Qué hago yo?


No me gustan los imperativos


Cuando estudiamos otras lenguas, nos damos cuenta que no todos los idiomas son igual de "amables", pero no siempre reparamos en que el uso que hagamos de ellos revela, no sólo nuestra competencia lingüística, sino parte de nuestro carácter. 
Por eso, porque las frases en imperativo siempre me parecen órdenes, y una ha salido un poquito díscola, no lo llevo bien . . .

Los "¡Déjame!", "¡Quita!", por bien intencionados que sean, me molestan, y los "¡Dame!" "¡Tráeme!" o "¡Hazme!", directamente no los soporto . . .

Sustituir los imperativos por otro tiempo verbal adornándolos con un leve tono interrogativo, obra milagros, y como muestra, un botón o varios:

                      NO                                      
-¡Déjame, ya lo abro yo!                   
-¡Quita, ya llevo yo las bolsas!           
 -¡Pásame el salero!                          
-¡Tráeme una cerveza!                   
                                                           



                     SI      
-¿Te lo abro?
-¿Te ayudo con las bolsas?/¿Quieres que las lleve yo?
-¿Me pasas la sal?
-¿Me traes una cerveza?
(sólo si es de paso...) 


viernes, 21 de septiembre de 2012

¿Y tú, que harías . . .?

Odio las frases que empiezan por: 

"Tú lo que tienes que hacer . . ."


. . ya sabré yo lo que tengo que hacer . . .

Y si no lo sé, o necesito ideas u opiniones, ya sabré a quien preguntar, y ¡ojo! eso no quiere decir que no admita consejos o que me cierre en banda a opiniones ajenas, ¡ni mucho menos!, pero las formas son importantes y el lenguaje también, y puedes decir lo mismo con encabezados como: 



"yo creo que . . .", 

"si yo estuviera en tu lugar, probablemente . . ." 

"¿has pensado en . . .? 



En resumen:

"No me gustan los imperativos"

domingo, 16 de septiembre de 2012

¿Qué hay en el mundo? Parte I

En el mundo hay dos clases de personas...  1.0



En el mundo hay dos clases de personas:

Las que reconocemos que somos vanidosas...

y las que no lo reconocen....





jueves, 13 de septiembre de 2012

Las matemáticas y yo.... Parte I


"Quiero en mi vida personas que sumen y no que resten"



La idea es que cada día, cada semana, o cada mes, crezcamos un poco más, que seamos capaces de mejorar en nosotros, aquello que cada uno sabemos mejorable. Que acorralemos e intentemos minimizar, todo aquello que nos RESTE: miedos, timideces, angustias, perezas, soledades... y “dar más aire” (que dicen los fotógrafos) a las cosas que nos SUMAN: afectos, diversión, aficiones, amigos/as, amores, proyectos personales y/o profesionales... esas cosas que nos hacen sentir bien....


Para ello debemos intentar rodearnos de las personas adecuadas, aquellas que serán felices viéndonos crecer y ayudándonos en el camino, y que SUMARÁN sus esfuerzos a los nuestros, acompañándonos incluso, en alguna parte del trayecto, compartiendo con nosotros anhelos, proyectos, conversaciones al otro lado de una taza de café, o prestándonos un hombro cuando sea eso lo que necesitemos...

En cambio, debemos intentar alejarnos de aquellas personas que nos RESTAN, que disfrazando de afectos sus inseguridades, sus miedos, su cobardía, intentarán convencernos de las excelencias de vivir en el redil (más o menos confortable) en el que prefieren tenernos, limitándonos, intentando que prenda en nosotros su miedo, avivando la llama de las inseguridades, porque es su inseguridad, la que les hace creer que el que conozcamos más gente, más mundo, más cosas, nos apartará de ellos/as, y sólo pensando en ellos, nos restarán impulso...


Es cierto, que en nuestra vida, inevitablemente, habrá personas y situaciones  que  nos RESTEN: familia, amigos en malos momentos, obligaciones morales y/o éticas, y que habremos de asumir, normalmente por amor, pero procurando que sea temporal, no una situación definitiva, no se trata de dejar a la gente en la estacada, cuando esté en un mal momento y sólo nos supongan restar, porque incluso en esas ocasiones nos SUMARÁ, la grata sensación, de saber que estamos ayudando a alguien a quien queremos....


Gracias Nuria, por hacerme reflexionar sobre ésto, sabes que ésta frase surgió de horas de conversaciones contigo, y que sepas que "se puede... ", yo ya lo he hecho, que lo difícil es diagnosticar quienes son los que SUMAN y quienes los que RESTAN,  pero una vez que sabemos en que lado de la raya ponerlos.... está “chupao”, sólo tenemos que procurar no aburrirnos, que es cuando tenemos peligro.... 

martes, 11 de septiembre de 2012

¿Propiedad privada? - Literatura I


"No me perteneces. Tan solo me pertenece lo que sientes por mi."


Hoy recurro a palabras ajenas, porque cuando alguien define perfectamente, lo que uno piensa, con la claridad y el estilo con el que lo hace Laura Gallego García, no queda mas que entrecomillar sus palabras antes de escribirlas.

"No veo por qué tienes que amar a una sola persona, si en tu corazón hay espacio para dos. No me perteneces. Tan solo me pertenece lo que sientes por mí. Pero tu puedes sentir otras cosas . . . por otras personas. Los sentimientos son libres y no siguen normas de ninguna clase."

Memorias de Idhun - Laura Gallego García


viernes, 7 de septiembre de 2012

De todo, menos tibia

“De todo, menos tibia”


Cuando lei “El último catón” con sus constantes alusiones a “La Divina Comedia” de Dante, me entraron ganas de saber más de la obra del italiano, asi que, me prestaron una versión ilustrada para estudiantes que me permitió adentrarme en los infiernos, sin dejarme las pestañas en ellos...


La obra a su paso, dejó poso, y una conclusión clara:

Nunca habitaré la antesala de los infiernos


Allí es donde moran los pecadores mediocres: los pusilánimes, los negligentes, los cobardes y los tibios, con un nivel de sufrimiento extremo mientras son devorados por repugnantes insectos.


Puedo ser muchas cosas, y no todas ellas buenas,  y éste genio que me adorna, en ocasiones me haría merecedora de una plaza en el quinto círculo, a lo mejor también me hacían un hueco en el sexto, y no me importaría que mi destino final fuera el segundo . . . pero desde luego no me busquéis en la antesala.

De todo, menos tibia.


Gracias Liber, estaba un poco perezosa, sin terminar de decidir cuál sería la siguiente entrada, y tu reflexión de hoy me ha puesto en el camino.

Si os he generado alguna inquietud por saber más sobre los infiernos de Dante, he encontrado un enlace perfecto, breve pero muy clarificador en su contenido, lo adjunto: