viernes, 30 de junio de 2023

Si, soy hedonista

 Lo confieso sí, soy hedonista, 

¡Qué le vamos a hacer!

Aprendo por puro placer, me gusta saber, conocer, tener criterio e información para opinar, probar cosas nuevas, lo que puedo hacer con mis manos. 

Ese afán de aprender  me ha llevado a ponerme en manos de muchos maestros a lo largo de mi vida. Los que me tocaban, cuando era jovenzuela y estudiaba por obligación o los que he ido eligiendo en las distintas disciplinas en las últimas décadas: baile, idiomas, fotografía, manualidades, un poco de todo . . .

Me tengo por buena alumna, así en general, soy aplicada y pongo empeño en todo lo que hago, no escatimo tiempo, dedicación, materiales y sobre todo mucha voluntad, buena voluntad. A veces, he tenido que sacrificar otras cosas, o invertir un poco más de lo que tenía previsto, y he seguido adelante porque mi estilo no es dejar las cosas a medias. 

Por todas esas cosas he aprendido a valorar a mis maestros, y creo que hay tres pilares fundamentales que hacen que un profesor sea un buen profesor:

  • Uno. - El conocimiento de la materia que imparte, la técnica, el dominio de cada vericueto.
  • Dos. - Su capacidad de transmitir, de llegar al alumno. Por mucha técnica que tenga si no sabe comunicar ese bagaje a los alumnos, no sirve, será un compendio de conocimientos encerrados en una urna. 
  • Tres. - Su generosidad, querer que la gente aprenda, que participe, compartir no sólo lass reglas, sino trucos,  errores, maneras, sugerencias, etc. Porque no sirve de nada si escatimas a la hora de dar.

Bueno, pues yo soy una mujer afortunada que he tenido la inmensa suerte de tener una experiencia mágica el pasado fin de semana.

Después de mucho mirar en los últimos dos años, dónde iniciarme en el mundo de la resina-epoxi, me tropecé con greenmaidenart y sus pedacitos de océano. Parecía difícil. Conversaciones conmigo misma:

 "¿Dará clases?" 

"¿Las dará en Madrid?" 

"¿Habrá en fechas próximas?" 

"¡Cachis en mayo no puedo!" 

"¡En junio tampoco!"

"A lo mejor si puedo en junio" "Seguro que no quedan plazas" "Puedo preguntar" 

"Queda una por un cambio" ESA ES MÍA

 

Y así nos plantamos en San Juan, nos convocan con 20 minutos de antelación sobre el horario previsto para poder arrancar en tiempo. TODOS llegamos con antelación. Nos reciben Eva y su sonrisa.

Desde el minuto 1 es perfecto. Empezamos (el punto 2 es notorio, sabe transmitir). Empiezan las explicaciones (el punto 1 superado, sabe un montón). Antes de comer ya tengo clarísimo que he acertado con la elección y así lo digo (el punto 3 se ha hecho patente). 


Nos vamos a comer, tras terminar la primera fase de construir nuestros escenarios playeros, el buen ambiente en el grupo, es brutal, propiciado por un grupo de alumnos super motivado y por el buen rollo que destilan Eva y Javi. La tarde es para nuestra primera capa de resina, para algunas de nosotras nuestra primera vez. Vemos como nuestra obra cobra vida ante nuestros ojos, gracias a la pericia de Eva, que nos permite desarrollar nuestras obras libremente, sin miedo, sin ataduras, resolviendo dudas y alentando cada avance.


El  domingo con la segunda capa de resina completamos lo que ya el sábado era maravilloso, más colores, más tonalidades, más profundidad, más olas, más viento. Si, digo bien nuestras 11 obras, así como la que Eva realizó para enseñarnos, te dejan sentir el viento, huelen a mar, y la espuma salpica tus pies, te sientes bañándote en su interior, son ricas, están vivas y reflejan el sol y la luz de cada uno de nuestros mares.


Eva no es sólo una gran artista, es una estupenda maestra, conocedora de su oficio,  con una calidad pedagógica fuera de toda duda, y generosa hasta decir basta. Y además es una mujer estupenda con la que todo fluye con facilidad. 




Si esto fuera Instagram ahora, pensaríais que tendría que poner "colaboración pagada", pero no es así, lo que me llevo es mucho más importante que todo eso. Mi pago, es un estupendo fin de semana, una obra que adoro, y una amistad con visos de futuro. Continuará . . . 




  





sábado, 20 de junio de 2020

¡Bienvenido verano!

Hoy tocan "fines". 

Hoy tocan "principios"


En este fin de semana se acaban muchas cosas: la primavera, el confinamiento, el estado de alarma. Por esa misma razón empiezan otras nuevas: el verano, la nueva normalidad, nuestra readaptación a una vida más normalizada cada día, aunque cuidadosa. 

La desescalada es una cosa muy personal, igual que lo ha sido el confinamiento, cada uno lo hemos vivido como hemos podido, sabido, o nos han dejado, a fin de cuentas era una experiencia novedosa para todos.

Cuando todo esto empezó, yo era de las que albergaba esperanzas de que una realidad tan diferente nos removería algo en el interior y nos haría mirar el mundo de otra manera. Me equivoqué.

Yo empecé el confinamiento un poco antes que el resto y un poco más dolorida, pues me fracturé el húmero el 3 de marzo, así que, a mi me pilló en casa, tomando analgésicos y con el brazo izquierdo inmovilizado con un cabestrillo, sin poder conducir, ni hacer acopio de papel higiénico ni de nada. Son anécdotas que sólo he visto en chistes y memes en mi inseparable teléfono, que ha vivido conmigo todo esto, proporcionándome información, comunicación con el mundo, charlas interminables con amigo/as, y todo a cambio de casi nada, tenerle enchufadito cada dos por tres.

Luego empecé a mejorar y a ir dejando parte de la analgesia, hasta que mi traumatólogo, por teléfono, tras ver la radiografía, me indicó que debería empezar a mover el brazo poco a poco. Así que a partir del 23 de marzo empecé a mover mi hombro lentamente, con cuidado, pero con firmeza. Afortunadamente no era mi primera vez, y algo de idea tenía.

Fui mejorando cada semana un poco más, hasta que el 5 de mayo, tras radiografía, telefónicamente de nuevo, me dieron permiso para conducir e ir probando mi resistencia a horas de ordenador para poder incorporarme al trabajo, al teletrabajo en realidad, cosa que hice el 11 de mayo.

Durante el confinamiento he sentido envidia de todos aquellos que tenían un patio, un jardín o incluso una terraza, pero decidí disfrutar de mis rayitos de sol en la cocina mientras desayunaba, o en la tarde en mi dormitorio, soy afortunada, mi casa da a dos calles, y yo necesito el sol, casi tanto como el agua. Así que en las tardes, antes de los aplausos de las 20:00 me ponía a hacer mis 25-30 minutos de ejercicios, con música, la de esos CD's que no escuchaba desde hacía años, y luego una ducha caliente, y hielo después. Una rutina pesada y dolorosa, pero que me ha permitido recuperar un 85-90% de movilidad y un 75-80% de fuerza. Aún me falta un poco y sé que necesitaré ayuda profesional, pero por el momento no es factible, aún.

Pero volviendo al principio, a lo de mi inusitado optimismo con respecto a los cambios que presagiaba en el personal, decía que me equivoqué.  Hace semanas que he desconectado de grupos, personas, publicaciones, porque no soporto lo que esparcen, ya sé que es triste, que cada uno exporta lo que tiene en su interior, pero cuando todo lo que sale por su boca, o por sus dedos, son quejas, críticas, lamentos, no lo soporto. 

Esto no lo queríamos nadie. Nadie estaba preparado para afrontar una pandemia. Nadie tiene una receta infalible para adivinar la evolución de los acontecimientos. 

Siempre me han dicho que los seres humanos, somos animales racionales. La "inteligencia" de los seres humanos se hace patente en su capacidad de adaptación, de supervivencia, y la humanidad se debería hacer patente en la empatía, en pensar en los que están peor que tú e intentar ayudar.  Yo al menos lo entiendo así. Por eso he dedicado parte de mi tiempo a contactar con personas de mi entorno, que he pensado que podían sentirse solas, durante el confinamiento, con la limitación de mi lesión poco más podía hacer para ayudar.

De la misma manera yo he sido objeto de la atención de otras personas que han sentido algo similar hacia mi. Hay quien me cuida y me llama casi cada día, desde hace semanas, quien me pregunta de vez en cuando por mi hombro, por mi vida. También hay otras personas en silencio constante que siempre están al otro lado del hilo, es sólo llamar, aunque ellas/os no lo hagan. E incluso hay personas con las que he afianzado mucho más incipientes relaciones, y que estoy encantada de que estén. 

Pero también hay otras personas que han dado un paso más hacia el destierro, destierros que se venían fraguando hace tiempo, y que todo esto sólo ha servido para poner de manifiesto algo que ya sabía, que no quieren formar parte de mi vida, en calidad de nada. 


Por eso, este viento que se lleva la primavera y empuja el verano hacia nosotros habrá de servir para remover todas las hojas de nuestro jardín y aquellas cuyo pedúnculo sea frágil, caerán y serán arrastradas, mientras que las que se agarran firmemente al tallo seguirán creciendo y construyendo la estructura caprichosa de nuestra amistad, como la hiedra. 


Lovaina  - Bélgica





jueves, 7 de mayo de 2020

Riñas de alcoba

Ya no me quieres como antes . . .

La primavera la sangre altera, dicen. En realidad todos los cambios de estación lo hacen,  pero este año, aún más. 

Las riñas de alcoba también se han reinventado. Yo he tenido una muy curiosa esta mañana.

Se me ha ocurrido abrir el arcón bajo mi cama, con intención de guardar una  funda nórdica, y no, no me he encontrado ningún cadáver, pero si una maleta roja de ira que nada más verme me ha espetado:

- Por fin, dichosos los ojos.
- Hola, sí, hace mucho tiempo que no nos vemos
- Pues ya iba siendo hora, que me tienes aquí olvidada.
- Olvidada, no, es que no he podido . . . 
- ¡Excusas, excusas, excusas!
- Es cierto que a lo mejor te podía haber avisado.
- Pues habría sido todo un detalle.
- Pero no habría cambiado nada.
- Eso será para ti, yo habría pensado que al menos te importo.
- Claro que me importas, pero . . .

En ese momento mi maleta de cabina negra, desde su interior, con su vocecilla amortiguada, ha decidido sumarse a la discusión:

- Claro, eso nos lo dices a todas, pero luego, pasas de nosotras, y no nos das ni una simple explicación.

Y en eso los bolsos de la playa:

- Eso, que nos dejas aquí y cuando llega el momento de venir a buscarnos, no vienes, y luego vienes contando milongas.

Y todos a coro:

- ¡Ya te vale!!!

En fin, que he cerrado el arcón y ya volveré a explicarles lo del confinamiento cuando se calmen un poco los ánimos.

Riñas de alcoba, ¡Cuánto os echo de menos!  ¿O no? 

sábado, 25 de abril de 2020

Empeñada en celebrar

25 DE ABRIL DE 2020

Creo que a nadie se le escapa lo importante que son Portugal y el portugués en mi vida, si por casualidad fuera tu caso siempre puedes pinchar en el siguiente enlace y ponerte al día



Pues bien, hoy es 25 de abril, el día de la "Revolución de los Claveles" un hecho histórico que me gusta, por dentro y por fuera, porque es una revolución, porque es pacífica, porque su símbolo es una flor, porque ya he pasado un par de veces este día en Portugal, y el sentimiento en las calles es mágico, cuando los claveles rojos invaden calles, plazas, casas, en fin, me encanta estar en Portugal el 25 de abril y este año pensaba compartirlo con los "sintrenses" pero por mil razones diferentes, empezando por mi fractura de húmero, no ha podido ser, pero mi, perdón, nuestra primavera en Sintra no ha sido cancelada, sólo aplazada ¿O no Ángeles?

Pues bien, desde mi fractura, desde mi confinamiento, desde todos los datos, las cifras, y tristes noticias que nos invaden cada día en las últimas semanas, desde los comentarios de tanta gente quejándose por todo: por lo poco, por lo mucho, por los que sí, por los que no, por todo ello, y porque mi alma necesita de estos remansos de paz he decidido hacer un paréntesis en mi vida hispana y pasar el día en Portugal, celebrando con mis adorados vecinos, dejando al margen todo lo demás, así que hoy sólo puedes felicitarme, porque para mi hoy ES FIESTA, y he trabajado para convertir este día en la fiesta que me merezco y me apetece disfrutar. 


Y por eso he decidido compartir con vosotros la receta, no sólo del estupendo bacalao que me he comido, sino de cómo convertir un día más en un día de fiesta, aunque sea (casi) en solitario. La ventaja de hacerlo cocinando bacalao, es que tienes que empezar al menos 3 días antes, desalando el bacalao que vas a disfrutar, lo que prolonga el placer, que paladeas con antelación, así que sin más preámbulos mientras Madredeus, me acompaña de fondo paso a daros la receta paso a paso, y con ilustraciones:

1.- Día 22 de abril. Poner el bacalao en remojo, que ya habrás comprado previamente, necesitas 72 horas para desalar los lomos de bacalao correctamente. 

2.- Días 23 y 24 atender el proceso de desalación del bacalao. Necesitas cambiar el agua entre 3 y 6  veces, así que si lo quieres pautar para que no se te despiste, hacerlo cuando te levantes y cuando te acuestes es una buena fórmula.

3.- Poner a enfriar una botella de vinho verde (al ser posible comprada en Portugal, la mía era de Ponte de Lima del pasado octubre).

4.- Día 25 de abril, a eso de media mañana poner a escurrir el bacalao. Después en función de tu receta tendrás que ponerte con ello de 1 a 2 horas antes, de la hora en la que preveas comer.


5.- La ventaja de haber degustado muchos bacalaos maravillosos entre Portugal y España y haber cocinado muchas variantes te permite cierta libertad a la hora de elegir su preparación. Ya sabes que hay determinados ingredientes que le van que ni pintaos al bacalao: las patatas, el cilantro, el ajo, el aceite de oliva. Yo hoy he tirado de básicos en mi cocina, haciendo una receta propia, con ingredientes que me gustan y que tenía en casa. Así que he utilizado: bacalao desalado, patatas cortadas en rebanadas (no tenía patatas pequeñitas para asar con piel), ajo, aceite de oliva, pimentón extremeño agridulce en escamas, y flor de sal en escamas también para las patatas. (Ahora iré agregando las fotos del proceso, que aún están en mi móvil).



6.- Ponte una mesa bonita, con ese mantel que compraste en tu última visita a Porto, que aún no has estrenado, como no vas a abrir la mesa, dóblalo por la mitad, escoge unas servilletas, aquellas que bordaste a punto de cruz cuando eras una pipiola, son azules y quedan perfectas con tu mantel. Saca platos, cubiertos y copas del armario del salón, hoy no es día de diario ¡Es fiesta!


7.- Y disfruta, disfruta de lo que has hecho con cariño, con el cariño que te gusta poner en las pequeñas cosas, porque que no puedas estar hoy en Portugal celebrándolo no quiere decir que no lo celebres, sólo que te lo has de currar un poco más, nada que no pueda suplir un plus de ilusión.


8.- A falta de Pasteis de Nata o de Bolo de Bolachas, comparte, es el mejor postre, compartir con las personas a las que quieres, que las circunstancias te permiten. Así que alguna amiga disfrutará esta noche de una copa de vino y una tapita de bacalhau a tu salud.

9.- Comparte con los demás tus ideas de como convertir un día más en una fiesta.


10.- Para completar este decálogo, aunque sea obvio, deciros que esto sirve para celebrar el día de Portugal, el de Italia, el de Tarragona, el de Brasil, en fin, que es sólo ponerle un poquito de trabajo y un muchito de ilusión.

Bom proveito!

lunes, 20 de abril de 2020

A veces los libros te llegan cuando estás preparado

Los Hijos de la Tierra


Era el verano de 1998, yo estaba embarcada en la que era mi vida familiar entonces, casada, con dos hijos de 8 y 5 años, mi trabajo, mi casa, sus actividades extraescolares, en fin, nada que no conozcáis sobradamente todos los que habéis tenido hijos. Así que no os sorprenderá que tuviera problemas para encontrar tiempos y espacios en los que disfrutar de la que ha sido una de mis grandes aficiones toda la vida: leer.

Alguien de entonces, Rafa, gran lector y comprador compulsivo de libros, me prestó "El Clan del Oso Cavernario" de Jean Marie Auel, el primero de lo que entonces era una tetralogía: "Los Hijos de la Tierra", 

No voy a hacer una crítica literaria de la obra, como todas las obras artísticas de cualquier género, tendrá defensores y detractores, tampoco voy a deciros que fue un punto de inflexión en mi vida, ni nada exagerado, pero lo que puedo afirmar sin ningún pudor es que me enganchó, me enganchó mucho, 

Llegó en un momento de mi vida en el que quizás me sentía un poco Ayla, me sigue pasando, esa sensación de que no encajas del todo en ninguna parte, a veces por defecto y a veces por exceso, me ha acompañado toda mi vida, con distintas intensidades.

En fin, que leí el primero, y el segundo, y el tercero y el cuarto sin tregua ni descanso, para el quinto tuve que esperar algunos años, porque aún no existía, y ya no fue lo mismo. 

Aprendí mucho, de prehistoria, porque aunque sea novelado, siempre hay una base de realidad. Sobre cocina, sobre medicina tradicional, sobre cazas y animales, sobre la vida en las cavernas. Me recuerdo perfectamente leyendo a la luz de una farola en un camping de Setubal (Portugal), cuando mi familia dormía en la tienda de campaña, sentada en un bloque de cemento, del que me levantaba con el trasero insensible, porque era sólo un poquito más, unas páginas más, un capítulo más . . . 

Pero si tengo que elegir con que me quedo de todo ello, hay varias cositas imprescindibles:

Primera enseñanza: Mi libro favorito es el 2 "El Valle de los Caballos". Se me llevaban los demonios viendo los desencuentros y malentendidos entre Ayla y Jondalar por la falta de comunicación, por no contarse como se estaban sintiendo, por disfrazarlo de desinterés. Me irrita la capacidad que tenemos los seres humanos de generar malentendidos por no hablar clarito. 
Moraleja: "No me digas nunca habérmelo dicho".

Segunda enseñanza: Las mujeres siempre se han apoyado en una suerte de vida comunal, desde las cavernas, ellas se encargaban de la agricultura que era la base de la alimentación de la tribu, con un poco de suerte complementada con los frutos de la caza que los hombres conseguían (o no) traer. La que estaba enferma o débil se quedaba en la cueva cuidando el fuego y los hijos de todas, tarea que más tarde o temprano todas realizaban. En el orden social de las cavernas la jerarquía era algo masculino, la cooperación era la aportación femenina,  el hoy por ti, y mañana por mi, lo llevamos en nuestra herencia genética.
Moraleja: Mi proyecto MUJERES.

Tercera enseñanza: El lenguaje es la base de las sociedades, no sólo el lenguaje oral. El lenguaje gestual de los Neandertales era rico y profuso en matices, me encantó aquello que decía Ayla cuando volvió a vivir con los Cromañones y aprendió su lenguaje que la sorprendía que sólo existiera una palabra para definir el color "Verde", cuando hay un abanico tan inmenso de verdes en la naturaleza. Así lo sentí yo las primeras veces que viajé a América del sur, que la palabra "Verde" es extremadamente limitada para describir una realidad tan amplia. 
Moraleja: Muchas de mis fotos, muchos de mis escritos, todo lo que creo, y todo en lo que creo.

Cuarta enseñanza: Que el mundo está ahí para sorprenderte. Estos días he oído/leído a mucha gente comentar asombrada, sobre el canto de los pájaros en las ciudades ¿Será que cantan más?  o ¿Simplemente que hay menos ruidos que tapan su canto? o ¿Qué nosotros tenemos más tiempo y capacidad para escucharlos? Pues un poco de todo. Si dejamos a nuestros sentidos que hagan su trabajo, el mundo nos sorprenderá por sus colores, por sus matices, por sus aromas. Pues lo mismo le ocurre a nuestro corazón, que si le dotamos de la suficiente permeabilidad, nos permitirá disfrutar de esos libros que llegan para quedarse, porque te tocan el alma.
Moraleja: Ver una planta verde hoy en mi camino, me permite recuperar un montón de sensaciones gratas, recordando las horas que disfruté sumergida en estos libros. 


No sólo hay que estar en el lugar indicado, en el momento justo, es imprescindible estar con la disposición adecuada.


viernes, 17 de abril de 2020

Brunette 8 de 7

Otra vuelta de tuerca (Título literario donde lo haya)


Estaba yo aquí tan tranquilita, escribiendo una entrada muy sesuda sobre estas cosas del confinamiento, y lo que se nos viene encima, y de repente, una notificación de correo entrante, me ha sacado del letargo,  sorpresón en mi bandeja de entrada, un correo de abrunetteinappurpleworld@gmail.com. Una entrada sesuda y "sexuda" a la vez, muy en la linea de Brunette, así que sin más os dejo con ella:

Buenas ¿sorprendidxs? Pues supongo que si, yo también lo estoy, no era mi intención reaparecer en este espacio, pero ante tanta novedad, tanto cambio de planes, y tanto reajuste me ha parecido pertinente dejar que mis dedos os cuenten cosillas.

Estoy segura, que a raíz de esta dichosa pandemia, vuestras vidas están sufriendo cambios cada día, y los que nos quedan por venir . . . El confinamiento nos ha obligado a mirar hacia dentro, dentro de nuestra casa, de nuestros dormitorios, de nuestra alma, de nuestro cuerpo, ahora todo tiene un toque más íntimo, no podemos salir a hacer aquellas cosas que nos gustan: pasear, correr, nadar, tomar unos vinos con los amigos, o compartir una cena con alguien especial. 

Estoy segura, que todos tenemos una lista de las cosas que nos encantaría recuperar cuanto antes,  y para algunas ya falta poco, en unos cuantos días podremos salir a la calle a dar un paseo, aunque sea de uno en uno, con mascarilla y por tiempo limitado, pero sentir la brisa en nuestros brazos, oler la primavera en la calle, está ya muy cerca.

Hay otro conjunto de cosas que tardaremos meses en poder alcanzar: bares, restaurantes, piscinas, irnos de vacaciones a lugares concurridos. Queda lejos, algunos que vivís cerca del mar, nos mataréis de envidia en breve, con vuestros pies dejando rastro en la arena.

Aún más lejos quedan las concentraciones multitudinarias, sean deportivas, musicales o de otra índole.

Pero lo que no sé en que punto de esa linea temporal queda en el desconfinamiento escalonado, es lo de las relaciones para las personas que no tenemos pareja. 

Desde la persona joven, con un físico estupendo y un nivel de exigencia reducido, hasta las personas con más edad, con un físico no tan potente y con un nivel de exigencia acorde, hay todo un abanico de individuos que nos movemos en unos terrenos más o menos pantanosos a la hora de conseguir tener encuentros románticos, sexuales, o como desees llamarlos. 

Pues si hasta ahora ya era difícil, a raíz de toda esta historia se nos va a hacer casi imposible. En el kit de supervivencia de nuestro bolso, ahora además de toallitas, preservativos, una cremita y alguna otra fruslería más, tendremos que adicionar un termómetro, mascarilla, guantes, y por supuesto acordarnos de apagar el GPS no vaya a ser que la geolocalización traicione nuestros secretos.

Eso si, siempre podremos echarnos un amante chileno, que parece que les van a dar carnets de ya estar inmunizados contra el COVID-19.

Sexo seguro
Chicxs ese es el futuro, no me extraña que hayan aumentado en el mundo las ventas de artículos eróticos, menos mal que no llevan cables, ni resistencias, porque deben estar echando humo. . . 

BeSoS asépticos,

Brunette

lunes, 18 de noviembre de 2019

Brunette 7 de 7

¿Huidas hacia adelante?


Estaba preparando una entrada del blog para contaros lo estupenda que fue la experiencia del otro día, disfrutando nuevamente de la sabiduría de Sebastião Salgado y me ha entrado un correo de Brunette, con la que dice ser su última entrada en el blog, espero que no sea así, he estado encantada de colaborar con ella y me gustaría que fuera una falsa alarma, pero no sé yo, que esta chica es muy radical. 

De cualquier modo, que sepas que aquí tienes tu casa siempre, yo te esperaré. Hasta siempre Brunette.


Queridas todas y respetados todos: Hasta aquí hemos llegado. 

No me está haciendo feliz compartir mis cosillas con vosotras/os. No es la experiencia que aspiraba a tener.  Ando permanentemente dividida entre hablar mucho más claro y contaros cosas más escabrosas a riesgo de escandalizar a algunas/os o ser moderada a riesgo de aburrir a otras/os, permanentemente tentada de sobrepasar la linea del decoro, pero sin atreverme a dar el salto. 

En fin, que esto era para disfrutar, y si no es así, no vale la pena.

El fin de semana le pedí a Marian los datos sobre lectura de las anteriores entradas, y aunque empezamos algo mejor hemos ido perdiendo fuelle,  así que no voy a dar más trabajo a mi socia para que elija fotos, adapte formatos y se encargue de haceros llegar mis aventuras. Aquí se acaba. No voy a negarme a mi misma la posibilidad de volver, he hecho y he dejado de hacer demasiadas cosas en los últimos años como para saber que soy muy capaz de sorprenderme a mi misma, pero por el momento esta es mi decisión.

No obstante tenéis mi email, si queréis algo ya sabéis donde encontrarme, y si alguna vez tenéis alguna pregunta de esas que no sabéis a quién hacer porque os de pudor, contad conmigo, es poco probable que me ruborice y a lo mejor tengo un link, una dirección o una opinión de algún producto o lugar que os sorprendería conocer,  o una advertencia. 

No lo dudéis: "abrunetteinapurpleworld@gmail.com"

BeSoS y hasta siempre,

Brunette