viernes, 30 de junio de 2023

Si, soy hedonista

 Lo confieso sí, soy hedonista, 

¡Qué le vamos a hacer!

Aprendo por puro placer, me gusta saber, conocer, tener criterio e información para opinar, probar cosas nuevas, lo que puedo hacer con mis manos. 

Ese afán de aprender  me ha llevado a ponerme en manos de muchos maestros a lo largo de mi vida. Los que me tocaban, cuando era jovenzuela y estudiaba por obligación o los que he ido eligiendo en las distintas disciplinas en las últimas décadas: baile, idiomas, fotografía, manualidades, un poco de todo . . .

Me tengo por buena alumna, así en general, soy aplicada y pongo empeño en todo lo que hago, no escatimo tiempo, dedicación, materiales y sobre todo mucha voluntad, buena voluntad. A veces, he tenido que sacrificar otras cosas, o invertir un poco más de lo que tenía previsto, y he seguido adelante porque mi estilo no es dejar las cosas a medias. 

Por todas esas cosas he aprendido a valorar a mis maestros, y creo que hay tres pilares fundamentales que hacen que un profesor sea un buen profesor:

  • Uno. - El conocimiento de la materia que imparte, la técnica, el dominio de cada vericueto.
  • Dos. - Su capacidad de transmitir, de llegar al alumno. Por mucha técnica que tenga si no sabe comunicar ese bagaje a los alumnos, no sirve, será un compendio de conocimientos encerrados en una urna. 
  • Tres. - Su generosidad, querer que la gente aprenda, que participe, compartir no sólo lass reglas, sino trucos,  errores, maneras, sugerencias, etc. Porque no sirve de nada si escatimas a la hora de dar.

Bueno, pues yo soy una mujer afortunada que he tenido la inmensa suerte de tener una experiencia mágica el pasado fin de semana.

Después de mucho mirar en los últimos dos años, dónde iniciarme en el mundo de la resina-epoxi, me tropecé con greenmaidenart y sus pedacitos de océano. Parecía difícil. Conversaciones conmigo misma:

 "¿Dará clases?" 

"¿Las dará en Madrid?" 

"¿Habrá en fechas próximas?" 

"¡Cachis en mayo no puedo!" 

"¡En junio tampoco!"

"A lo mejor si puedo en junio" "Seguro que no quedan plazas" "Puedo preguntar" 

"Queda una por un cambio" ESA ES MÍA

 

Y así nos plantamos en San Juan, nos convocan con 20 minutos de antelación sobre el horario previsto para poder arrancar en tiempo. TODOS llegamos con antelación. Nos reciben Eva y su sonrisa.

Desde el minuto 1 es perfecto. Empezamos (el punto 2 es notorio, sabe transmitir). Empiezan las explicaciones (el punto 1 superado, sabe un montón). Antes de comer ya tengo clarísimo que he acertado con la elección y así lo digo (el punto 3 se ha hecho patente). 


Nos vamos a comer, tras terminar la primera fase de construir nuestros escenarios playeros, el buen ambiente en el grupo, es brutal, propiciado por un grupo de alumnos super motivado y por el buen rollo que destilan Eva y Javi. La tarde es para nuestra primera capa de resina, para algunas de nosotras nuestra primera vez. Vemos como nuestra obra cobra vida ante nuestros ojos, gracias a la pericia de Eva, que nos permite desarrollar nuestras obras libremente, sin miedo, sin ataduras, resolviendo dudas y alentando cada avance.


El  domingo con la segunda capa de resina completamos lo que ya el sábado era maravilloso, más colores, más tonalidades, más profundidad, más olas, más viento. Si, digo bien nuestras 11 obras, así como la que Eva realizó para enseñarnos, te dejan sentir el viento, huelen a mar, y la espuma salpica tus pies, te sientes bañándote en su interior, son ricas, están vivas y reflejan el sol y la luz de cada uno de nuestros mares.


Eva no es sólo una gran artista, es una estupenda maestra, conocedora de su oficio,  con una calidad pedagógica fuera de toda duda, y generosa hasta decir basta. Y además es una mujer estupenda con la que todo fluye con facilidad. 




Si esto fuera Instagram ahora, pensaríais que tendría que poner "colaboración pagada", pero no es así, lo que me llevo es mucho más importante que todo eso. Mi pago, es un estupendo fin de semana, una obra que adoro, y una amistad con visos de futuro. Continuará . . .