lunes, 25 de junio de 2018

Brunette 3 de . . .

Amigas sabias

Lo bueno de reinventarte a los 50, perdón, perdón . . . corrijo una de las muchas cosas buenas de reinventarte una vida nueva a partir de los 50 es el disfrutar de cosas que ni pensabas que pudieran existir, o que al menos pensabas que no eran para ti, error TODO puede ser para ti, es sólo ponerte a ello o dejarte llevar depende del caso.

Como decía, una de las cosas estupendas son las amigas. Mi amiga Marian Diaz, propietaria de este blog, siempre habla del "privilegio de descubrir la amistad entre mujeres adultas", me gusta su definición. 

La riqueza que están aportando a mi vida todas ellas es indiscutible, y yo me dejo. Soy un terreno abonado que ya dejó atrás su época de barbecho y ahora estoy encantada de gestionar todos esos multicultivos (no sólo de amigas viven las mujeres . . .)

Pues de esa sabiduría viene nuestra nueva aportación al Manual que entre todas andamos escribiendo y que ya titularemos al final, plagado de vivencias, pensamientos, conclusiones, experiencias. (Propuesta de título "Reinventarse a los 50").

La última perla es esta:

"You are freelance until they tell you I love you"
  
"Eres freelance, mientras no te dicen te quiero" 

Según lo oí, pensé "Brunette, tienes que compartir con el mundo tanta sabiduría" y en ello estamos. Creo que no necesita aclaración ninguna, pero siempre podemos comentar ¿os apetece? 

BeSOS, 

Brunette,


La foto nuevamente es de @MarianDiazRAM


martes, 19 de junio de 2018

Brunette 2 de . . .

A veces la vida, además de presente, es un regalo


Brunette me acaba de pasar un texto para que lo publique, me ha dicho que la foto la escoja yo, ¡menudo compromiso!. El enlace musical si lo ha elegido ella. Así que espero que mi elección sea de su agrado, aunque leyéndolo con tranquilidad no creo que esté a la altura de representar la atmósfera que ella crea. 


A veces la vida te tensa indecorosamente, sin ninguna consideración. Te aprieta, te pone a prueba un día, y otro y el siguiente . . .

A veces lo tienes que afrontar sola y sobrevivir, una vez más, descargando tensiones como puedas, charlando, caminando, bailando, hay un montón de formas efectivas,  pero lentas . . . 

Pero a veces el universo se compadece de ti y pone en tu camino aquello que necesitas: Luces tenues, música , una boca ávida de tus besos, unas manos forrnidas que te acarician, unos dedos hábiles que tocan cada una de tus cuerdas, una voz sugerente que te hace reír mientras te susurra al oído, un cuerpo que se acopla al tuyo asombrosamente, con precisión milimétrica, incluso cuando jugáis a revolveros . . . Y a veces hasta hay aire acondicionado y entonces el mundo es sencillamente perfecto.

A veces el mundo es injusto con una, pero a veces NOOOO y sólo te queda exclamar GUAUUUU, mientras te relames esperando el momento . . . 


BeSOS,

Brunette
@BRUNETTEnPURPLE
abrunetteinapurpleworld@gmail.com

lunes, 11 de junio de 2018

Mis esenciales. Parte III. Los libros

Libros: constantes, vitales


Aprendí a leer cuando tenía cuatro años aproximadamente, y no he parado desde entonces. 

No voy a decir que soy la MUJER que soy a fecha de hoy sólo por los libros que he leído, es obvio que otras muchas cosas han forjado mi carácter, pero los libros representan una parte muy importante.

Era muy pequeña cuando aún no me dejaban cruzar la calle sola y mi madre me llevaba al Bibliobus cada dos semanas a cambiar mis  libros, ya leídos, por otros nuevos, fue la época de Enid Blyton (Los Cinco y Los Siete Secretos), de los libros ilustrados de Bruguera (tres páginas de texto y una de viñetas) los que me llevaron a Julio Verne, a Emilio Salgari, a Karl May, a Rudyard Kipling,  a saber que existía un lago llamado Titicaca o un volcán llamado Strómboli, que en Alaska había minas de oro y perros que tiraban de trineos en paisajes helados, tigres de Bengala, en selvas exóticas, monos chillones, templos derruidos que unos señores muy antiguos construyeron en lugares de los que se apoderó la fuerza imparable de la selva . . . 


En esa época aprendí mucho de geografía, de fauna, de viajes, de fantasía, pero sobre todo aprendí, que se puede escribir de cosas que existen y también de otras que te imagines o que te gustaría que existieran. A mi me gustaban tanto las historias "reales" como las "fantásticas". 

Durante la juventud compaginaba siempre un par de libros a la vez, los elegidos y los obligatorios del instituto que me aburrían soberanamente, recuerdo con tedio "El viejo y el mar", y el cabreo monumental de "La perfecta casada". Pero los elegidos me salvaban: "Sinuhé el egipcio" (Mika Waltary), heredado de mi abuelo, "La posada de Jamaica", disfruté de la China de Pearl S. Buck (entonces ni sabía que era una mujer, luego lo entendí . . .) Y así llegué a la epoca de mi primer trabajo y a las colecciones varias que me pude comprar, y que aún conservo, uno por autor: Narciso y Goldmundo, La peste, Lolita, El gatopardo, A sangre fría, etc. un montón de títulos y las series de novela negra del quiosco y otros géneros: Raymond Chandler, los primeros libros de Follett, Frederick Forsyth, Dominique Lapierre, etc

Así me planté en los veinte años y entonces los dragones entraron en mi vida y aquí siguen me los presentó Tolkien, los disfruté muchísimo con Laura Gallego García, y JK Rowling me los ha devuelto aunque me haya dado muchas más cosas. 

Luego llegaron mis autores y autoras de culto, los viajes inspirados en la literatura, el buscar los escenarios de mis libros favoritos, el investigar para conseguir más información sobre algo que estás leyendo y que te incita a querer más y más. 

Internet cambió mi manera de leer, y llevar Google y Google Maps en el teléfono ha sido una revolución, eso y pasarme al Ebook ¡Se han ampliado tanto mis horizontes!

Cuando hablo de lectura siempre me brillan los ojos, es un tema que me emociona. Lo he recomendado tanto y a tanta gente, pero no por hacer proselitismo, simplemente porque cuando conoces algo que te hace feliz, simplemente quieres compartir con otros el motivo de tu dicha, y que les salpique un poco, porque con que les alcance un 10% de mi dicha, van bien servidos.

En fin, podría escribir durante horas de libros que he leído y que me han dejado su huella, es curioso que de algunos no me acuerdo, pero si recuerdo la sensación que me generaron cuando los leí. 


Sólo sé que no concibo mi vida sin que los libros formen parte de ella, que no la entiendo sin Julio Verne, sin Ken Follett, sin Dolores Redondo, sin Ildefonso Falcones, sin Almudena Grandes, sin JK Rowling, sin Alberto Vázquez Figueroa, sin Pérez Reverte, sin Terenci Moix, sin Laura Gallego García, sin Matilde Asensi, sin Isabel Allende, y otros muchos y muchas, pero esto no es una lista exhaustiva, es sólo un atisbo a mi mundo literario.




Y parafraseando a Violeta Parra sólo me queda por decir "Gracias a los libros, que me han dado tanto"

P.D. Está bien numerado, conste, lo que pasa es que me salté este tercer capítulo de esenciales adrede, me corría prisa hablar de otras cosas que van después en la lista, si es que la lista tiene un orden estricto, cosa que dudo.