jueves, 10 de mayo de 2018

MUJERES y mercados


El Bolhão


En los mercados las mujeres siempre han tenido su espacio, en ambos lados de mostradores y puestos, normalmente más clientas que vendedoras.

Cuando visité por primera vez el "Mercado do Bolhão" en Oporto, percibí que allí ese equilibrio estaba alterado, hay muchos hombres entre el público, porque es un mercado muy turístico, pero sobre todo me llamó la atención la cantidad de mujeres al frente de sus puestos. Muchas de ellas de avanzada edad.

El pasado 28 de abril el Mercado cerró sus puertas, para ser sometido a una profunda remodelación, no exenta de polémica pero indiscutiblemente necesaria. El mercado va a estar cerrado durante dos años. En mayo de 2020 abrirá sus nuevas puertas a unas renovadas galerías que según las fotos del proyecto intentará mantener la linea y las estructuras básicas, pero ¿y el espíritu?

El espíritu del Bolhão irremisiblemente se perderá. Nosotras estuvimos allí el último día, hasta el último minuto posible, cuando ya nos echaron, bastante después de las 13:00 que era la hora anunciada del cierre.


Asistimos al lavado de enseres, al traslado de objetos en carritos hacia furgonetas fuera del recinto. Conversamos (bueno, va, conversé) con mujeres que nos hablaban de lo "chic" que va a ser el nuevo mercado. Mujeres que mostraban sus incertidumbres sobre la ubicación provisional en la que seguirán intentando llevar adelante sus actividades durante estos dos años, mujeres que miraban a su alrededor el que ha sido durante muchos años su segundo (o incluso primer) hogar.





Miradas cómplices, voces emocionadas, risas nerviosas, bromas susurradas a veces y voceadas otras, un "da igual que un día es un día" que justifica conductas más o menos cotidianas.  

Creo que ese ambiente especial de emoción salpicó de algún modo a casi todos los que desfilamos por allí esa mañana. A algunos les cayeron leves gotas y otras tuvimos el privilegio de dejarnos arrastrar por la corriente . . . 


Muchas de esas MUJERES del mercado no volverán. Tienen edad suficiente para haberse quedado en casa hace tiempo. Este cerrojazo será el empujón definitivo, una cosa es arrastrar la rutina y otra reinventarse de nuevo.  Por eso el mercado, por hermoso que sea, no mantendrá su espíritu tendrá otro. Con suerte uno nuevo, fresco, que también llevará aroma de mujer como fragancia, pero será otro. El aroma del Bolhão que conocíamos se diluirá en las corrientes del aire hacia el Duero, hacia el mar . . .







Y allí estaba yo, y mis pájaros y mis MUJERES, y mi emoción, no podía ser de otra manera. Mis acompañantes os lo pueden contar, la cara de boba que se me pone cuando de repente me siento feliz identificada con una gaviota que parece pensativa, o cuando tras reajustar la cámara una de mis MUJERES baja pausada la escalera, esa escalera tan reproducida en mil escenas, pero que en ese momento es "mi escena".



Si, estuve allí, el 28 de abril de 2018 el antiguo Bolhão cerró sus puertas y yo estuve allí.