No me digas nunca: “habérmelo dicho”
Dar título al blog la ha hecho merecedora de un lugar preferente en las publicaciones.
Dicen por ahí, (parece ser que pudo ser Aristóteles) que “el hombre es dueño de sus silencios y esclavo de sus palabras”
Dueña de mis silencios soy, pero también soy dueña de mis palabras e incluso de mis puntos suspensivos, escritos u orales, y muchas veces, tienen mucho más sentido e intención que si la frase fuera completada.
Hace mucho tiempo, decidí, que por mi no iba a quedar, que explicaría claramente las cosas que me afectan, porque aquellos que las hacen o dicen, para bien o para mal, deben conocer el alcance de sus acciones y de sus palabras y el efecto que en mi causan, para luego decidir si persisten o no, a sabiendas de lo que están haciendo..., pero yo no voy a proporcionar más excusas ni favorecer coartadas y que me puedan decir:
No hay nada, como hablar claro....me encanta ¡¡¡¡
ResponderEliminarHola Marian, me gusta el título de tu blog y me alegra que escribas y que expreses. Me encantan las palabras, tus palabras.
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