martes, 6 de enero de 2015

¿Qué me han traído los Reyes?

La sal de la tierra 



Había renunciado a ver "La sal de la tierra", que se estrenó el 31 de octubre. Mi viaje y sus preparativos me habían mantenido ocupada los días en que las personas de mi entorno fueron a verla, y pensé que había perdido mi oportunidad. A fin de cuentas es un documental en francés sobre un fotógrafo brasileño, muy alejado de los filmes que triunfan en nuestras carteleras en estas fechas navideñas.

Pero hoy tocaba cine, y en el centro, y casi sin esperanza se me ocurrió mirar si seguía en cartel en alguna sala, y ahí estaba aguardándome mi regalo de Reyes en los cines Renoir, y gracias a la generosidad de Andrés, que se ha dejado, he podido desempaquetar mi regalo de Reyes. (Dice Andrés, que tenía que haber puesto " el guapetón de Andrés ", queda puesto).

Sebastião Salgado, mucho más que un fotógrafo. Así llamé a la entrada del blog que escribí henchida de emoción tras asistir a la presentación de su exposición en Caixa Forum el pasado 17 de enero. 


Y hoy casi un año después, me sumerjo en la oscuridad de la sala dispuesta a dejarme arrastrar a ese mundo coloreado en blanco y negro que es la fotografía de Salgado y nada más empezar la película, el director, Wim Wenders, empieza a hablar de como se aproximó a la obra de Salgado y luego a él para descubrir a alguien que es mucho más que un fotógrafo  ¿Será que Wim Wenders lee mi blog? No creo, pero, ahí lo dejo . . . (es broma)

Nuevamente emocionada, vuelvo a escribir sobre él, debe ser el efecto que causan sobre mi sus incursiones repentinas en mi vida. Su actitud serena, sus cejas pobladas, su mirada reflexiva, son el perfecto envoltorio de un corazón emocionado y valiente que vibra cuando nos desgrana el compromiso con su trabajo, con su vida, con su hacienda, con las vidas de aquellos que inmortaliza en sus fotografías. 

Sus primeros años, el paso por la Universidad, la irrupción de Lélia en su vida, su compromiso político y social, el exilio, sus primeras y tímidas aproximaciones a la fotografía, y el gran salto al vacío que supone dejar su trabajo para dedicarse de forma exclusiva a la fotografía. La precariedad de aquellos primeros pasos, en fin, cosas que también contó en la presentación. 

Pero la película cuenta con otros ingredientes, conocemos a su padre, que cuenta a su nieto con voz cascada, como era la hacienda de su juventud. Conocemos a un Sebastião joven, fotos de su boda, fotos con sus hijos, primero Juliano y después Rodrigo, un niño especial que les hace diseñar un nuevo sistema de comunicación familiar. Todo ello mientras nos van contando episodios, mostrando trabajos, y mucho del making of de las fotos. Las de las morsas, mientras ruedan cual osos polares, por las pedregosas costas son sencillamente fantásticas: paciencia, atrevimiento, emoción, y mucha maña para integrarse sin provocar la huida. 

La pasión de este hombre es arrolladora cuando describe como integrarse en tribus, manadas, entornos, o como sentirse parte de la naturaleza que fotografía, al contemplar una longeva y anciana tortuga en las Islas Galápagos o la pata de una iguana, tan semejante a la mano de un guerrero medieval.





Y por fin el proyecto Terra, los miles de árboles repoblados, los metros de invernaderos en los que plantar miles de semillas que se convertirán en futuros árboles y que en 50 años poblaran no sólo su hacienda sino el valle del río Doce al que pertenece. Una delicia es verle fotografiando los plantones bajo un enorme paraguas en un invernadero en permanente humedad, y todo eso ambientado con el sonido de los pájaros que nuevamente habitan allí . . .


Ver que la mata atlántica se puede repoblar, y que en 12 años puedes modificar tu entorno de esta manera,  nos hace saber que los sueños son posibles. Y que una vez hubo un hombre que soñó que con la máquina de fotos de su mujer podía hacer algo más que un estupendo retrato de ella, y vaya si lo hizo, enamorar al mundo con sus imágenes, enseñarnos a contemplar la vida con otros ojos y contagiarnos esa pasión por la vida, que es lo que mejor sabe transmitir Sebastião Salgado.

Y para cerrar la última sorpresa, me levanté a por el maravilloso libro que me regaló mi amiga Nati en mi cumple, y que confieso avergonzada que aún no he leído, (de mañana no pasa) para buscar un par de fotos del mismo, y leo en la guarda " . . . junto a su compañera de vida, Lélia" y vuelvo nuevamente a releer mis palabras en la citada entrada del blog de enero, y digo ¿será que los de la Editorial BlowUp también leen mi blog? ;) 

Sólo le voy a poner una mini-pega a la película, ya sé que está producida en Francia, ya sé que Sebastião tiene un francés y un inglés inmejorables, pero a mi, me hubiera gustado escucharle más en brasileiro, fiquei com vontade de mais . . .

2 comentarios:

  1. Sin duda, tus palabras también despiertan pasión....creo que es algo contagioso, cómo las sonrisas :) ....está claro que no hay qué perdérsela...lo intentaré...
    Cómo el día que vimos su expo te comenté, hay fotos, que seguramente en color, hubieran sido espectaculares, no hay nada más que ver, las que nos muestras....
    Desde luego, no hay que perder la esperanza de que los sueños se pueden cumplir...
    Un besazo
    Nati

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  2. Eso nos ayuda a emprender cada proyecto y cada día, con la actitud adecuada.

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