Cuéntale a la luna
Cuando la luna se asoma a tu ventana y te pregunta curiosa:
- ¿Qué es lo que te quita el sueño? ¿Qué genera ese run-run en tu mente que no te deja dormir? ¿Qué son esos suspiros que salen de tu boca?
Y tú la miras y suspiras de nuevo como toda respuesta.
Y ella continúa insistente preguntando:
- ¿Qué te desvela? ¿Qué sonidos añoran tus oídos? ¿Qué imagen buscan tus ojos en la oscuridad?
- Ahhhmmmm - de nuevo suspiran tus labios.
- No te puedo ayudar si no me lo cuentas, por mucho que me mires, no puedo dar respuesta a tus preguntas -me dice la luna mientras mis ojos dibujan un interrogante.
- Ahhhmmmmm - es toda mi respuesta.
- Deja que te ayude, deja que te consuele, ya que no me pides ayuda, déjame que te la brinde. Ríndete, descansa, deja que la brisa meciendo las hojas de los árboles te acune y te ayude a conciliar el sueño . . .
- Noooo -contesto mimosa. No es por no contestar, es que no haces las preguntas correctas. No puedo contestar a qué, cuando la pregunta es quién.
- Luna amiga, deja que te cuente como es su añorada sonrisa, como sus ojos cambian de tonalidad cuando me miran, como los míos brillan cuando lo enfrentan, luna amiga déjame que te cuente . . .